La Extranjera

Friday, December 30, 2011

Außer Reichweite

In meinem Schatten werde ich getragen
wie eine Geige
in ihrem schwarzen Kasten.

Das einzige, was ich sagen will,
glänzt außer Reichweite
wie das Silber
beim Pfandleiher.

(Aus: Tomas Tranströmer: Sämtliche Gedichte, Carl Hanser Verlag)

Sunday, February 01, 2009

Mein Ruf ist dünn und leicht

Du hältst mich in den Händen ganz und gar.
Mein Herz wie eines kleinen Vogels schlägt
In deiner Faust. Der du dies liest, gib acht;
Denn sieh, du blätterst einen Menschen um.
Doch ist es dir aus Pappe nur gemacht,

Aus Druckpapier und Leim, so bleibt es stumm
Und trifft dich nicht mit seinem großen Blick,
Der aus den schwarzen Zeichen suchend schaut,
Und ist ein Ding und hat sein Dinggeschick.

Und ward verschleiert doch gleich einer Braut,
Und ward geschmückt, daß du es lieben magst,
Und bittet schüchtern, daß du deinen Sinn
Aus Gleichmut und Gewöhnung einmal jagst,

Und bebt und weiß und flüstert vor sich hin:
"Dies wird nicht sein." Und nickt dir lächelnd zu.
Wer sollte hoffen, wenn nicht eine Frau?
Ihr ganzes Treiben ist ein einzig: "Du..."

Mit schwarzen Blumen, mit gemalter Brau,
Mit Silberketten, Seiden, blaubesternt.
Sie wußte manches Schönere als Kind
Und hat das schöne andre Wort verlernt. -

Der Mann ist soviel klüger, als wir sind.
In seinen Reden unterhält er sich
Mit Tod und Frühling, Eisenwerk und Zeit;
Ich sage:"Du..." und immer:"Du und ich."

Und dieses Buch ist eines Mädchens Kleid,
Das reich und rot sein mag und ärmlich fahl,
Und immer unter liebem Finger nur
Zerknittern dulden will, Befleckung, Mal.

So steh ich, weisend, was mir widerfuhr;
Denn harte Lauge hat es wohl gebleicht,
Doch keine hat es gänzlich ausgespült.
So ruf ich dich. Mein Ruf ist dünn und leicht.
Du hörst, was spricht.

Vernimmst du auch, was fühlt?


Gertrud Kolmar

Thursday, June 19, 2008

Noch nicht zu spät

Nicht müde werden
sondern dem Wunder
leise
wie einem Vogel
die Hand hinhalten.

Hilde Domin

Sunday, July 22, 2007

Nunca

La señora de los pájaros celestes y de los pájaros rojos.
Al más hermoso digo:
- te voy a regalar a no se quien.
- ¿cómo sabes que le gustaré? -dice.
- voy a regalarte -digo.
- nunca tendrás a quien regalar un pájaro
- Dice el pájaro.

Alejandra Pizarnik (1966)

Wednesday, October 11, 2006

Exploration

We shall not cease from Exploration
And the end of all our exploring
Will be to arrive where we started
And know the place for the first time.

T.S. Eliot

Tuesday, October 10, 2006

Prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Pablo Neruda

Monday, October 09, 2006

Zu guter Letzt

Als Kind wusste ich:
jeder Schmetterling
den ich rette
jede Schnecke
und jede Spinne
und jede Mücke
jeder Ohrwurm
und jeder Regenwurm
wird kommen und weinen
wenn ich begraben werde

Einmal von mir gerettet
muss keines mehr sterben
alle werden sie kommen
zu meinem Begräbnis

Als ich dann groß wurde
erkannte ich:
das ist Unsinn
keines wird kommen
ich überlebe sie alle

Jetzt im Alter
frage ich: Wenn ich sie aber
rette bis ganz zuletzt
kommen doch vielleicht zwei oder drei?

Erich Fried

Saturday, August 05, 2006

Daydreams

A daydream is a meal at which images are eaten. Some of us are gourmets, some gourmands, and a good many take their images precooked out of a can and swallow them down whole, absent-mindedly and with little relish.

W.H. Auden

Friday, August 04, 2006

El borde del vivir

La soledad, en que hemos abierto los ojos.
La soledad en que una mañana nos hemos despertado, caídos,
derribados de alguna parte, casi no pudiendo reconocernos.
Como un cuerpo que ha rodado por un terraplén
y, revuelto con la tierra súbita, se levanta y casi no puede reconocerse.
Y se mira y se sacude y ve alzarse la nube de polvo que él no es, y ve aparecer sus miembros,
y se palpa: «Aquí yo, aquí mi brazo, y este mi cuerpo, y esta mi pierna, e intacta está mi cabeza»;
y todavía mareado mira arriba y ve por dónde ha rodado,
y ahora el montón de tierra que le cubriera está a sus pies y él emerge,
no sé si dolorido, no sé si brillando, y alza los ojos y el cielo destella
con un pesaroso resplandor, y en el borde se sienta
y casi siente deseos de llorar. Y nada le duele,
pero le duele todo. Y arriba mira el camino,
y aquí la hondonada, aquí donde sentado se absorbe
y pone la cabeza en las manos; donde nadie le ve, pero un cielo azul apagado parece lejanamente contemplarle.
Aquí, en el borde del vivir, después de haber rodado toda la vida como un instante, me miro.
¿Esta tierra fuiste tú, amor de mi vida? ¿Me preguntaré así cuando en el fin me conozca, cuando me reconozca y despierte?

Vicente Aleixandre

Thursday, August 03, 2006

Besserung

Ich kann freilich nicht sagen, ob es besser wird, wenn es anders wird, aber soviel kann ich sagen: Es muß anders werden, wenn es gut werden soll.

Georg Christoph Lichtenberg

Sunday, July 16, 2006

In Every Direction

As if you actually died in that dream
and woke up dead. Shadows of untangling vines
tumble toward the ceiling. A delicate
lizard sits on your shoulder, its eyes
blinking in every direction.

And when you lean forward and present your
hands to the basin of water, and glimpse the glass face
that is reflected there, it seems perfectly at home
beneath the surface, about as unnatural
as nature forcing everyone to face the music
with so much left to do, with everything
that could be done better tomorrow, to dance
the slow shuffle of decay.

Only one season becoming another,
continents traveling the skyway, the grass
breathing. And townspeople, victims, murderers,
the gold-colored straw and barbed-wire hair of the world
wafting over the furrows, the slashed roads
to the door of your office or into the living room.

The towel is warm and cool, soft to the touch,
but in another dream altogether
a screen door creaks open, slams shut,
and across the valley a car's headlights swing up
and over. And maybe you are the driver
with both hands on the wheel, humming a tune
nobody's ever heard before,

or maybe the woman on the edge of the porch,
grown quiet from fleeing,
tough as nails.

Ralph Angel

Tuesday, June 13, 2006

¿Y ahora?

Oh Luna! Siempre estuviste a mi lado, alumbrándome en los momentos más terribles; desde mi infancia fuiste el misterio que velaste por mi terror, fuiste el consuelo en las noches mas desesperadas, fuiste mi propia madre, bañándome en un calor que ella tal vez nunca supo brindarme; en medio del bosque, en los lugares más tenebrosos, en el mar; allí estabas tu acompañándome; eras mi consuelo, siempre fuiste la que me orientaste en los momentos más difíciles. Mi gran diosa, mi verdadera diosa, que me has protegido de tantas calamidades; hacia ti en medio del mar; hacia ti junto a la costa; hacia ti entre las costas de mi isla desolada. Elevaba la mirada y te miraba; siempre la misma; en tu rostro veía una expresión de dolor, de amargura, de compasión hacia mí; tu hijo. Y ahora, súbitamente, luna, estallas en pedazos delante de mi cama. Ya estoy solo. Es de noche.

Reynaldo Arenas

Sunday, June 11, 2006

Verlaufen

Vierundzwanzigmal pro Sekunde
laufe ich mir davon kommt etwas
auf mich zu sagt: Ich

laufe davon bin fest
gehalten in den Bildern
die laufen ein Massaker
jede Bewegung eine Wendung
im Schlaf in vierundzwanzig
Stück pro Sekunde Stunden
der Tag zerteilt eine gepreßte
Stimme die Tonspur sagt: Ich

hab mich verlaufen sehe vor
lauter Bildern den Film nicht
den Stillstand sehe mich vor
vierundzwanzig Feststellungen
pro Sekunde bewegt die Hand
in den Mund gestopft: Leben

tut weh Madame beißen Sie zu.

Barbara Köhler

Sunday, June 04, 2006

Dance upon dead minds

but if a living dance upon dead minds
why,it is love;but at the earliest spear
of sun perfectly should disappear
moon's utmost magic,or stones speak or one
name control more incredible splendor than
our merely universe, love's also there:
and being here imprisoned,tortured here
love everywhere exploding maims and blinds
(but surely does not forget,perish, sleep
cannot be photographed,measured;disdains
the trivial labelling of punctual brains...
-Who wields a poem huger than the grave?
from only Whom shall time no refuge keep
though all the weird worlds must be opened?
)Love

e.e. cummings

Saturday, June 03, 2006

Obscenidad sentimental

Cuando imagino suicidarme por una llamada telefónica que no llega, se produce una obscenidad tan grande como cuando, en Sade, el papa sodomiza a un pavo. Pero la obscenidad sentimental es menos extraña, y eso es lo que la hace más abyecta; nada puede superar el inconveniente de un sujeto que se hunde porque su otro adopta un aire ausente, mientras existen todavía tantos hombres en el mundo que mueren de hambre, mientras tantos pueblos luchan duramente por su liberación...

Roland Barthes

Saturday, May 27, 2006

Das Wortlose

graue entwertete fahrscheine aus einem vergangenen
zeitalter, wie ein palimpsest das schreibpapier über
dem unentzifferten text zerschnittener baumstämme,
ein senkblei, ein runder stein mit blutroten
kristallen im inneren wie ein zweikammerherz,
von bindegewebe umschlossen, ein leerer setzkasten,
eine hand, die nach etwas verlorenem faßt, am ballen
beschädigt, eine schienenschwelle, eine polierte
glasplatte, schwer wie die stummheit der dinge,
das wortlose, der hauch von der scheuerleiste
an der esse, die strömung der elektrisch bewegten
wasseroberfläche eines aquariums, an den wänden
bilder von fenstern, wie vom frost aufgesprengt,
die aufnahmen von pupillen unter einer lupe, was
erkennend?, im spiegel tropfen von schweiß auf
übergroßen membranen, die buchstaben n - i - e

Christian Lehnert

Friday, May 26, 2006

Nice-guy routines

I don’t know man trust is a precious thing
a kind of humility Offer it to a snake and get repaid with humiliation
Luckily friends rally to my spiritual defense
I think they’re reminding me
I mean it’s important to me it’s
important to me so I leave my fate to fate and come back
I come back home We need so much less always always
and what’s important is always ours
I mean I want to dedicate my life to those who keep going just to see how it isn’t ending
I don’t know
Another average day
Got up putzed around ‘til noon
took a shower and second-guessed myself and
all those people all those people passing through my
my days and nights and all those people and
and you just can’t stay with it you know what I mean
You can’t can’t stay with it Things happen
Things happen Doubt sets in Doubt sets in and
I took a shower about noon you know and I shaved and
thought about not shaving but I
shaved I took a shower and had a lot of work to do but I
I didn’t want to do it I was second-guessing myself that’s when doubt got involved
I struck up a
rapport with doubt I didn’t do any work and so
and so I said to myself I said well
maybe I should talk about something but I didn’t learn anything
I couldn’t talk about anything there was
lots of distraction today
a beautiful day Lots of distraction It had to do with
all these people all these too-many people
passing through my days and nights But I
don’t get to hear about ideas anymore know what I mean
Just for the hell of it Talking about ideas
Takes the mind one step further
further than what it already knows Doesn’t
need to affirm itself It’s one step beyond affirming itself
Vulnerable in a way that doesn’t threaten
even weak people Those nice-guy routines
They come up to you
because they know how to be a nice guy

Ralph Angel

Thursday, May 25, 2006

Pequeño infierno florido

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Julio Cortázar

Monday, May 15, 2006

Vorbildliches Gedicht

das gedicht beginnt merkwürdigerweise mit der letzten zeile in dieser zeile wird behauptet daß diese zeile die letzte zeile des gedichtes sei weil das gedicht aber mit dieser zeile beginnt ist die behauptung dieser zeile nicht ernst oder nicht wörtlich zu nehmen da in einem gedicht aber jede behauptung ernst oder wörtlich zu nehmen ist ist das gedicht entweder kein gedicht oder die behauptung muß ernst oder wörtlich genommen werden das gedicht ist aber ein vorbildliches gedicht es hat nur die eine zeile sein titel einsame LANDSCHAFT

Oskar Pastior

Sunday, May 14, 2006

My version of hell

I want to erase your footprints
from my walls. Each pillow
is thick with your reasons. Omens
fill the sidewalk below my window: a woman
in a party hat, clinging
to a tin-foil balloon. Shadows
creep slowly across the tar, someone yells, "Stop!"
and I close my eyes. I can't watch
as this town slowly empties, leaving me
strung between bon-voyages, like so many clothes
on a line, the white handkerchief
stuck in my throat. You know the way Jesus
rips open his shirt
to show us his heart, all flaming and thorny,
the way he points to it. I'm afraid
the way I'll miss you will be this obvious.
I have a friend who everyone warns me
is dangerous, he hides
bloody images of Jesus
around my house, for me to find
when I come home; Jesus
behind the cupboard door, Jesus tucked
into the mirror. He wants to save me
but we disagree from what. My version of hell
is someone ripping open his shirt
and saying, Look what I did for you. . .

Nick Flynn

Saturday, May 13, 2006

Cortocircuito

La poesía es un cortocircuito entre el sentido y los vocablos, una repentina regeneración de los mitos primarios.

Bruno Schulz

Friday, May 12, 2006

Lichtherz

Die Rosenlast stürzt lautlos von den Wänden,
und durch den Teppich scheinen Grund und Boden.
Das Lichtherz bricht der Lampe.
Dunkel. Schritte.
Der Riegel hat sich vor den Tod geschoben.

Ingeborg Bachmann

Thursday, May 11, 2006

Dark underneath

I was hoping to be happy by seventeen.
School was a sharp check mark in the roll book,
An obnoxious tuba playing at noon because our team
Was going to win at night. The teachers were
Too close to dying to understand. The hallways
Stank of poor grades and unwashed hair. Thus,
A friend and I sat watching the water on Saturday,
Neither of us talking much, just warming ourselves
By hurling large rocks at the dusty ground
And feeling awful because San Francisco was a postcard
On a bedroom wall. We wanted to go there,
Hitchhike under the last migrating birds
And be with people who knew more than three chords
On a guitar. We didn't drink or smoke,
But our hair was shoulder length, wild when
The wind picked up and the shadows of
This loneliness gripped loose dirt. By bus or car,
By the sway of train over a long bridge,
We wanted to get out. The years froze
As we sat on the bank. Our eyes followed the water,
White-tipped but dark underneath, racing out of town.

Gary Soto

Wednesday, May 10, 2006

Soledad

Desde su regreso al pozo, para no perturbar su espíritu, trató de no leer el diario. Pasada una semana, ya no tuvo deseos de leer. Después de un mes, casí había olvidado que existían cosas tales como el periódico. Cierta vez encontró la reproducción de un grabado, El infierno de la soledad, y la observó con curiosidad. Se trataba de un hombre flotando inestable en el aire, con sus ojos abiertos por el terror, pero el espacio que lo rodeaba, lejos de ser vacío, era una serie de sombras semitransparentes de muertos que impedían cualquier movimiento del hombre. Los muertos, cada uno con diferente expresión, parecían empujarse unos a otros mientras hablaban incesantemente al hombre. ¿Por qué razón eso era El infierno de la soledad? En aquel momento pensó que se habían equivocado al poner el título; ahora podía entenderlo. La soledad es una sed que la ilusión no satisface.

Kobo Abe

Tuesday, May 09, 2006

Landschaft in leere Augen

1

Niemand berichtet vom Anfang der Reise, vom frühen Horror
Betäubt in den Wassern zu schaukeln, vom Druck
In der Kapsel, vom Augenblick, der sie sprengt.
Wochenlang blutig, und das Fleisch wächst amphibisch
Zuckend wie die Frösche Galvanis, in Folie eingeschweißt.
Horchen ist trügerisch und das Strampeln vergeblich
Wo Liebe erwidert und ein Herz schlägt, so nah.
Über Kloschüsseln hängend wie über offenem Grab
Erwacht bald die Scham. Und es gibt kein Zurück
Für die Hände, die Füße, Farnblättchen gleich eingerollt
Oder schlafenden Mücken, für Jahrmillionen im Bernstein.
Bis es die ersten Namen gibt, später, herrscht Dunkel,
Ein Chorus aus Lauten wie Alkohol, Hoden und Elektroden.
Hautfalten kräuseln sich, daß man den Säugling erkennt.
Alles ist vorstellbar, und ein Gehirn schaut herab.
Ein Blitz zaubert Landschaft in leere Augen.
Um als Lurch zu beginnen und zu enden als Mensch ...

2

Wer hätte gedacht, daß es so einfach ist, schließlich?
Das Wetter schlägt um, Reste von Gestern lösen sich auf.
Von Station zu Station geht der Körper in härterem Licht.
Als gäbe es wirklich Sprüche, die Regen machen, Regeln
Nach denen verstanden wird, ein Entsetzen, das trägt.
Mit den Tagen kommen die Tode, das »Ich bin der ich bin«.
Unscharfe Photos werden vom Sonnenlicht retuschiert.
Langsam biegt sich der Stachel zurück, kühlt die Wunden.
Der Schatten des Eigenen nimmt der Welt ihr Gewicht.

Durs Grünbein

Monday, May 08, 2006

Were it not for your eyes

I would liken you
To a night without stars
Were it not for your eyes.
I would liken you
To a sleep without dreams
Were it not for your songs.

Langston Hughes

Sunday, May 07, 2006

Nadie sabe quién es

Entre Hölderlin y la locura de Hölderlin
hay diferencias.
La poesía no es un destino.
Nadie sabe quién es la poesía para ella.
En el recinto del cielo hay jaulas
sin astros ni dolor. ¿La
niñita que dio vuelta la esquina
llorando es absurda? ¿Como
el sonido de mi hambre hoy? ¿La insania
camina por la calle? ¿Se queda
en cualquier casa?
¿La tuya?

Juan Gelman

Saturday, May 06, 2006

Nichts bleibt

Ausgestreckt
Das Gesicht in die Mulde gepreßt,
Die Hände rechts und links
Im Wald verkrallt,
Den Mund voll Ackerkrume,
Quellwasser im Haar,
Den Atem angehalten
Nußlaubatem:
Alles soll bleiben,
Keiner gehe fort.

Denn dies ist ein Ort,
Wo der Vogel im hohen Tambour,
Der wundgeschlagenen,
Seinen Ausweg findet.
Und dies ist ein Ort,
Wo der Hund mit dem goldbraunen Fell,
Der im Walde lärmt,
Heimkehrt am Abend.

Wo die Liebe wandert
Auf Schären des Untergangs
Im Herzen der roten Sonne.

Aber nichts bleibt,
Nur die Glieder
Der Kette, die glatten, runden
Milchweißen, fuchsfellbraunen
Spielen mit meinen Fingern.

Glühender Kiesel
Kühle Kastanie
Ein Sommer
Ein Winter
Ein Sommer.

Marie Luise Kaschnitz
(Fragment)

Friday, May 05, 2006

The Dying Light

My mother all of ninety has to be tied up
in her wheelchair, yet still she leans far out of it sideways;
she juts there brokenly,
able to cut
with the sight of her someone who is close. She is hung
like her hanging mouth
in the dignity
of her bleariness, and says that she is
perfectly all right. It’s impossible to get her to complain
or to register anything
for longer than a moment. She has made Stephen Hawking look healthy.
It’s as though
she is being sucked out of existence sideways through a porthole
and we’ve got hold of her feet.
She’s very calm.
If you live long enough it isn’t death you fear
but what life can still do. And she appears to know this
somewhere
even if there’s no hope she could formulate it.
Yet she is so calm you think of an immortal – a Tithonus withering
forever on the edge
of life,
though never a moment’s grievance. Taken out to air
my mother seems in a motorcycle race, she
the sidecar passenger
who keeps the machine on the road, trying to lie far over
beyond the wheel.
Seriously, concentrated, she gazes ahead
towards the line,
as we go creeping around and around, through the thick syrups
of a garden, behind the nursing home.

Her mouth is full of chaos.
My mother revolves her loose dentures like marbles ground upon each other,
or idly clatters them,
broken and chipped. Since they won’t stay on her gums
she spits them free
with a sudden blurting cough, that seems to have stamped out of her
an ultimate breath.
Her teeth fly into her lap or onto the grass,
breaking the hawsers of spittle.
What we see in such age is for us the premature dissolution of a body,
as it slips off the bones
and back to protoplasm
before it can be decently hidden away.
And it’s as though the synapses were almost all of them broken
between her brain cells
and now they waver about feebly on the draught of my voice
and connect
at random and wrongly
and she has become a surrealist poet.
‘How is the sun
on your back?’ I ask. ‘The sun
is mechanical,’ she tells me, matter of fact. Wait
a moment, I think, is she
becoming profound? From nowhere she says, ‘The lake gets dusty.’ There is no lake
here, or in her past. ‘You’ll have to dust the lake.’
It could be
that she is, but then she says, ‘The little boy in the star is food,’
or perhaps ‘The little boy is the star in food,’
and you think, ‘More likely
this appeals to my kind of superstition.’ It is all a tangle, and interpretations,
and hearing amiss,
all just the slipperiness
of her descent.

We sit and listen to the bird-song, that is like wandering lines
of wet paint and
like dabs of it,
that is like an abstract expressionist at work – his flourishes, and reflectiveness, and
then
the touches
barely there –
and that is going on all over the stretched sky.
If I read aloud skimmingly from the newspaper, she immediately falls asleep.
I stroke her face and she wakes
and looking at me intently she says something like, ‘That was
a nice stick.’ In our sitting about
she has also said, relevant of nothing, ‘The desert is a tongue.’
‘A red tongue?’
‘That’s right, it’s a
it’s a sort of
you know – it’s a – it’s a long
motor car.’
When I told her I might go to Cambridge for a time, she said to me, ‘Cambridge
is a very old seat of learning. Be sure – ‘
but it became too much –
‘be sure
of the short Christmas flowers.’ I get dizzy,
nauseous,
when I try to think about what is happening inside her head. I keep her
out there for hours, propping her
straight, as
she dozes, and drifts into waking; away from the stench and
the screams of the ward. The worst
of all this, for me, is that despite such talk, now is the most peace
I’ve known her to have. She reminisces,
momentarily, thinking I am one of her long-dead
brothers. ‘Didn’t we have some fun
on those horses, when we were kids?’ she’ll say, giving
her thigh a little slap. Alzheimer’s
is nirvana, in her case. She never mentions
anything of what troubled her adult years – God, the evil passages
of the Bible, her own mother’s
long, hard dying, my father. Nothing
at all of my father,
and nothing
of her obsession with religion, that he drove her to. She says the magpie’s song,
that goes on and on, like an Irishman
wheedling to himself,
which I have turned her chair towards,
reminds her of
a cup. A broken cup. I think that the chaos in her mind
is bearable to her because it is revolving
so slowly – slowly
as dust motes in an empty room.
The soul? The soul has long been defeated, is all but gone. She’s only productive now
of bristles on the chin, of an odour
like old newspapers on a damp concrete floor, of garbled mutterings, of
some crackling memories, and of a warmth
(it was always there,
the marsupial devotion), of a warmth that is just in the eyes now, particularly
when I hold her and rock her for a while, as I lift her
back to bed – a folded
package, such as,
I have seen from photographs, was made of the Ice Man. She says, ‘I like it
when you – when
when
you…’
I say to her, ‘My brown-eyed girl.’ Although she doesn’t remember
the record, or me come home
that time, I sing it
to her: ‘Da
da-dum, da-dum…And
it’s you, it’s you,’ – she smiles up, into my face – ‘it’s you, my brown-eyed girl.’

My mother will get lost on the roads after death.
Too lonely a figure
to bear thinking of. As she did once,
one time at least, in the new department store
in our town; discovered
hesitant among the aisles; turning around and around, becoming
a still place.
Looking too kind
to reject even a wrong direction,
outrightly. And she caught my eye, watching her,
and knew I’d laugh
and grinned. Or else, since many another spirit will be arriving there, whatever
those are – and all of them clamorous
as seabirds, along the walls of death – she will be pushed aside
easily, again. There are hierarchies in Heaven, we remember; and we know
of its bungled schemes.
Even if ‘the last shall be first’, as we have been told, she
could not be first. It would not be her.
But why become so fearful?
This is all
of your mother, in your arms. She who now, a moment after your game, has gone;
who is confused
and would like to ask
why she is hanging here. No – she will be safe. She will be safe
in the dry mouth
of this red earth, in the place
she has always been. She
who hasn’t survived living, how can we dream that she will survive her death?

Robert Gray

Thursday, May 04, 2006

El camino

Hay que caminar hasta la última luz y ahí doblar a la izquierda. Se pone completamente oscuro. En adelante sólo hay una sucesión de piedras y agujeros que hay que atravesar tanteando el suelo paso a paso. No sé cuándo, pero en algún momento vas a tropezar con una pared más alta que lo más alto que puede llegar tu brazo. Ese es el final del recorrido. No intentes seguir por los costados porque no los hay.

Más tarde vas a sentir que te tocan las rodillas, los codos, los tobillos, los hombros. No hagas nada, aunque sí te estará permitido hablar. Podés decir lo que quieras, siempre que no los nombres. Se enojan mucho si alguien los nombra.

Terminado el reconocimiento, te van a invitar a volver atrás. Por más tentador que resulte, tenés que rechazar la invitación. Van a insistir. Vas a seguir negándote. Por último habrá un suspiro, y no sabrás si es tuyo o de ellos. La pared se abrirá en dos.

A partir de entonces, vas a estar solo.

Eduardo Abel Gimenez
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